¡Escalera de color para Cristian!

Verónica, la prima de mi catador, es una chica estupenda a la que quiero un montón. Decidió confiar en mi persona la tarta de su novio, un cielo, encantador donde los haya, que cumplía 22 añitos el sábado pasado. Verónica le había montado una fiesta sorpresa con todos sus amigos que iba a durar el fin de semana entero, y quería que la tarta fuera especial y que sorprendiera al cumpleañero. Cristian es un fanático del póker (además se le da genial) y me pidió que le hiciera una tarta con forma de carta o de ficha de póker. "¿Y por qué no le hacemos algo más elaborado?" le pregunté; su respuesta fue clara y concisa: "¡Lo que tú quieras, confío totalmente en ti!". Así que me puse a investigar (san Google de nuevo . . .) y pronto encontré una imagen que me gustó. El resultado de mi adaptación de la misma fue éste :

Mi versión del póker en tarta para Cristian

El bizcocho fue un brownie de chocolate blanco relleno y cubierto de ganache de chocolate negro. ¡Chocolate y chocolate, apuesta segura!

Escalera de color y unas fichas de apuesta

¡Espero que disfrutaras mucho de tu fiesta y tu tarta, guapo!
Pero, una cosa más . . .  ése cake stand . . . ¡es nuevo! ¡Síííí! Otra creación; ¿os acordáis que os dije que tenía previsto hacer uno más informal? Pues ya lo he hecho, y éste es el resultado:

¿Os gusta? ¡A mi me encanta! ¡Es que en cuanto vi el plato de Betty Boop (plato de presentación, en Makro, 3,15€), con ése aire tan adorable que la caracteriza, supe que tenía que hacer algo con él!

¿A que es precioso?

Lo que me costó más fue encontrar un pie que me gustara; al final, como pasa a menudo, lo encontré de pura casualidad: en una tienda de artículos de menaje estaban liquidando algunos artículos que habían quedado "huérfanos por rotura", y encontré una copa de color cobre con grabados muy bonita, ¡y por sólo 0,80€! Pues ya lo tenía solucionado: el pegamento que usé con el otro cake stand, y listos!

Bueno, pues ya tengo dos cake stands. ¡Ah, no, tengo tres! Sí, es que aún no os he contado que cuando estuve visitando a mi familia en Barcelona, como no podía ser de otra manera, hice unas compras de lo más dulces. ¡Os las enseño muy pronto! Besos a porrón y . . . ¡a disfrutar de la vida!