Así que hoy ¡entrada doble! Quería dejaros ya las fotos de los últimos cupcakes, y mi toma de contacto con el FONDANT. Como ando poco resuelta de presupuesto, y además aquí en Canarias no es tarea fácil encontrar materia prima de calidad a buenos precios, decidí empezar por un fondant casero; después de leer muuuuuucho sobre el tema, me decidí por el fondant de nubes (lo que los americanos llaman "marshmallows"). La receta ganadora fue la de Chris de http://www.sugarmur.com (os recomiendo que os deis un paseíto por su página, si no lo habéis hecho ya; es una referencia en el mundo del fondant y los cupcakes). Escogí nubes de un solo color para darle un tono más uniforme al resultado, y no añadí ninguna esencia para descubrir el sabor original en esta primera vez. La verdad, el proceso es algo desesperante y de lo más pegajoso, pero reconozco que, pasadas las 24 horas de reposo en la nevera, cuando destapé el resultado y vi que HASTA PARECÍA FONDANT DE VERDAD, se me dibujó una sonrisa; mereció la pena el esfuerzo. Y después de éso, sólo me quedó decorar unos muffins de vainilla. Le dediqué algunas horas (que de verdad pasaron volando) y mucha paciencia (no tengo naaaada de material especializado para trabajar el fondant, así que imaginación al poder: en vez de cutter alimentario, cuchillo; en vez de texturizadores, el aspecto natural y sedoso del fondant liso; en vez de cortadores, pétalos, hojas y pistilos moldeados a mano). Para pegar el fondant utilicé un sirope de dulce de leche muy suave que respetaba los sabores del muffin y del fondant. Y el resultado fue el siguiente:
Rosas, margaritas, calas, violetas, corazones y amor, mucho amor. El rosa aterciopelado es el color natural del fondant resultante, los otros colores los conseguí con colorantes líquidos diluidos. ¿Qué os parecen? No seáis muy duras conmigo, sé que tienen muuuuchos fallos, pero prometo seguir en ello y mejorar día a día. Yo de momento, a riesgo de parecer pedante, me siento bastante satisfecha con el resultado, y tengo unas ganas locas de volver a hacer otros nuevos. Cada vez que abro el frigo y veo allí la bolita de fondant me entra un gusanillo... En próximas entradas, más cupcakes. ¿O a lo mejor serán galletas? No sé, hace un tiempillo que no decoro galletas con glasa, y a mi sobrinita Isabella le encantan...
¡A ser felices y disfrutar de la vida, que no cuesta dinero!
4 comentarios:
si te han quedado espectaculares!!!! yo también me voy a lanzar al fondant dentro de poco, y cómo te han quedado esos colores tan bonitos y brillantes? con qué los has diluido? :D
Mmmm, Anita, tengo que confesarte que, al no tener el (¿cómo lo llamabas? ¿El conjunto de Barbie cocinitas? Tú ya me entiendes...) material necesario, incluidos los colorantes "profesionales" (lo que viene siendo falta de tiempo, de cash y de tiendas donde comprarlas en Canarias...), he tenido que tirar de imaginación y ayudarme de los colorantes de Vahiné que encuentras en cualquier súper. Lo que hice fue diluirlos un poco en agua para que fueran más suaves y, ya de paso, añadirle algo menos de tinte al fondant, que por muy comestible que sea, no debe ser muy bueno para la salud. Si puedo ayudarte EN LO QUE SEA, aunque no sea mucho, me tienes a tu disposición. Te mando un beso a Bilbao desde Gran Canaria, vía blog!!!
Hola Conchi,gracias por visitarme, estos pasteles están estupendos!!!, Me doy una vuelta por tu blog porque tienes unas recetas que me encantan. Te sigo para no pederme nada!!!
Un abrazo
Lola
Hola, guapa! Me alegro de que estés por aquí, bienvenida a mi ciber-hogar. Vi que ya te has leído el libro "Recetas y confidencias" y que te ha gustado; ¡yo hasta me emocioné en algunos momentos al leerlo! Me alegro de que te guste mi blog, un beso.
Publicar un comentario