jueves, 21 de julio de 2011

¡¡¡Marchando una de manualidades!!!

Superada la prueba de los cupcakes, llevo varios días dándole vueltas a la cabeza sobre el tema de las cajas para transportarlos; bueno, más bien para regalarlos, porque he mirado en muchas páginas donde las venden, y pensé: "Pues mira tú, no puede ser tan difícil hacerlas una misma...". Y ya que me calentaba yo la cabeza, ¿por qué no calentársela también al catador? Que digo yo, ya que se come tooodo lo que cocino (menos lo que me da tiempo de esconder o, en su defecto, decirle: "Cari, éstas no, que las voy a regalar, eh?!!"), pues qué menos que echarme una manita. Y lo ha hecho, ¡vaya que sí! Rebuscando en internet he encontrado unas plantillas para una caja de 6 cupcakes; como la he hecho y ha quedado muy chula, el churri me ha hecho las plantillas en Autocad para que las comparta con vosotr@s, por si os animáis. ¡Si es que es más lindo!
Así pues, si te lanzas a hacerla necesitarás: una cartulina grande y otra pequeña, lápiz, regla, tijeras o cutter, celofán, pegamento en barra para papel y un compás (en su defecto un vaso con el diámetro de unos 6 cm). Además necesitarás todo lo que se te ocurra para decorarla: lazos, pegatinas, colores... Y éstos son los planos de la caja y de la base interior:



La idea la tomé prestada del blog de María http://sweetcakevalencia.blogspot.com/, y el catador perfeccionó las medidas de la base para cuadrar los círculos.  Como veis es una caja con tapa de bisagra, de lo más práctica.
Las zonas azules son agujeros: la de tapa de la caja es para hacer una ventanita (opcional totalmente, pero queda preciosa) y ponerle un rectángulo de celofán por dentro para que se vean los cupcakes desde fuera, le da un toque genial que se vean los colores desde arriba. Los círculos de abajo son para encajar los cupcakes en la base. Las líneas de puntos son para doblar por ahí. Las pestañas en forma de trapecio van por dentro de las otras, de manera que no se ven una vez montes la cajita. Y resultado final es éste:



Como veis son sencillas, pero de lo más resultonas. Puedes hacer la caja y la base del mismo color, o de colores distintos; yo me decidí por una celeste con la base y un marco para la ventanita de color lila, y otra de color rojo con la base y las florecitas blancas. Como se puede apreciar en la segunda foto, se ve bastante el pegamento con el que sujeté el celofán por dentro, no tuve paciencia con el de tubo y le puse del extra-fuerte... Le estoy dando vueltas a ver qué le pongo por dentro para disimularlo.
Supongo que te estarás preguntando: ¿Y la nube con el farito? Pues mi niño lindo, que es lo más de lo más, y me ha hecho unas pegatinas súper-chulas-originales-profesionales con el logo del blog (que también creó él) y el número de teléfono para pedidos. Ya veis lo que confía en mi, ¡pedidos! Bueno, de hecho me han comprado una cajita con 4 de los cupcakes que os enseñé aquí... ¡aparte de las docenas que he regalado, claro!



Me van a ser de lo más útiles, porque tengo tres docenas de cupcakes de cerveza Guiness esperando ser bien vestidas... ¡¡¡En la próxima entrada, la receta y fotossss!!!

lunes, 18 de julio de 2011

Mi mono y yo

¡Hasta aquí hemos llegado! Lo reconozco, no tengo fuerza de voluntad, pero el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra... ¡que yo me aparto! Ya lo advertí, que con el mono de hacer cosas dulces que tenía no iba a aguantar mucho, y a la primera de cambio, en cuanto se me han juntado más de 20 minutos de ocio, me he tirado de cabeza a unas cuantas galletitas que tenía bien guardadas, esperando a que las decorara. Además, tengo un objetivo a la vista: en septiembre celebramos la "acogida civil" de mi sobrinito domingo, que nació el día 28 de Mayo, y SOY LA ENCARGADA DE LA TARTA. ¡Sííí! No sé qué he hecho para engañar a mis cuñados, pero me la han encargado a mí, ¡jeje! De hecho, va a ser nuestro regalo de bautismo, o como se llame, así que tengo la obligación de practicar mucho. Para quien no haya oído hablar del tema, un acogimiento civil es una especie de bautizo en el Ayuntamiento, donde reúnen a toda la familia y amigos y se hace como una "presentación en sociedad" del bebé. Es una alternativa al bautizo religioso de toda la vida para los no creyentes y, qué leches, ¡una buena excusa para montar un jolgorio, claro que sí! Así que me he puesto el delantal, he preparado una glasa real y me he puesto manos a la obra. Y, como novedad, he decidido presentároslo con un PAP, que no es más que un PASO A PASO de la decoración con glasa. Y no es que me crea yo una experta, ni que pueda dar clases a nadie, ni mucho menos, es que sé que habrán muchas personas con la idea de decorar galletas con esta técnica que no se atreven, y quiero convencerlas para que lo hagan, porque es realmente fácil y altamente gratificante. Ahí voy:
INGREDIENTES:
-Galletas (si no las haces caseras puedes usar unas de paquete para practicar primero; si quieres una receta casera, la que yo uso es la de galletas de mantequilla sin huevo de Chris de http://www.sugarmur.com/)
-Clara de huevo (pasteurizada o natural; en el caso de ser natural es muy importante que no quede absolutamente nada de yema, o no resultará el invento. La pasteurizada la puedes encontrar en Mercadona a poco más de un euro el bote de 9 claras, así te ahorras las preocupaciones del peligro del huevo, sobretodo en verano)
-Azúcar glass tamizada (imprescindible que sea glass, no vale normal, triturarla ni pasarla por la batidora)
-Opcional: aroma o esencia (vainilla, limón, etc, cualquiera vale. NO usar ninguna con color en el caso de que no vayamos a teñir la glasa, porque pierde el color blanco precioso de la clara con el azúcar glass)
-En caso de querer teñir la glasa, colorantes alimentarios; yo usé los tubitos de tres colores de Vahiné. Los tonos resultantes son pastel, pero a mí ya me iba bien.
-Crémor tártaro: en muchas recetas de glasa real veréis que le añaden este producto; ayuda a estabilizar la glasa y que crezca un poco, pero no es imprescindible para nada. Por supuesto, yo no la usé, soy una reposterilla amateur, ¿es que aún no había quedado claro?
-Utensilios: bol grande, batidora de varillas, cuencos, mangas pasteleras (yo usé bolsas de congelación, y me han dado un resultado estupendo), lengua de silicona y cucharillas de postre (si tienes ya el pack completo de super-repostera, enhorabuena; yo de momento me tengo que apañar con lo que tengo en la cocina, porque aún le estoy suplicando a mi churri para que me regale todo lo que me gustaría tener...)
-Buen pulso, paciencia y ganas de aprender y disfrutar
La proporción de la mezcla es de 200 gramos de azúcar glass por cada clara de huevo; advierto, de una clara de huevo sale un montón de glasa real.
¡Allá vamos!
Batir en un bol grande o jarra o lo que te venga mejor las claras hasta que empiecen a espumar; sin parar de batir, añadir una cucharada tras otra el azúcar glass (tamizado previamente para eliminar los grumos y ayudar a que se disuelva mejor). Procurar no añadir otra cucharada hasta que la anterior se haya incorporado bien a la mezcla. Seguir batiendo bien hasta que veamos que está homogéneo, entonces podemos añadir la esencia si lo deseamos (la proporción es de una cucharadita de postre por cada clara de huevo). Batimos ahora a velocidad alta hasta que adquiera la consistencia que deseamos: cuando coges un poco con la lengua de silicona y no se desprende de ésta, estará perfecta; más o menos como la pasta de dientes. Con esta textura haremos el delineado de la decoración, ya que hará de dique de contención para que no se nos desparrame la glasa del relleno, que será más líquida. Para conseguir la consistencia de la glasa de relleno sólo tendremos que añadir agua mineral en pequeñas cantidades, muy poco a poco, hasta conseguir que la glasa esté un poco más líquida, batiendo hasta incorporarla; quedará con la textura aproximada de la cola blanca. Este último proceso puede provocar que se hagan burbujas de aire en la glasa; si la dejamos reposar unos 20 minutos tapada con un paño húmedo, veremos que las burbujas han subido a la superficie. Pasando la lengua de silicona por encima nos desharemos de ellas.
Para darle color a la glasa, añadimos ahora gota a gota el colorante elegido hasta encontrar el color deseado, revolviendo con lengua de silicona para incorporarlo bien.
Si no vamos a teñir la glasa, sólo necesitaremos dos cuencos, uno para la glasa de delinear y otro para la glasa de relleno. Si por el contrario nos liamos la manta a la cabeza y la teñimos (muy recomendable, los resultados son estupendos, de verdad), necesitaremos tantos cuencos como colores vayamos a hacer, multiplicado por dos. Es decir: si vamos a tener tres colores, son seis cuencos, uno para glasa de delinear y otro para glasa de relleno de cada color, ¿me explico? Yo preparé glasa blanca, rosa y celeste, en dos texturas cada una.
TRUQUILLO: si la glasa queda demasiado espesa, añadimos agua poquito a poco; si queda líquida, añadimos azúcar glass. ¡Todo tiene arreglo!
OTRO TRUQUILLO: como la glasa se seca con facilidad, la que nos quede en los cuencos SIEMPRE debe estar tapada con film de cocina; las mangas pasteleras ( o en su defecto bolsas de congelar) donde tenemos también glasa las podemos poner en un vaso con un trozo de papel de cocina mojado, de manera que el agujero de la bolsa toque el papel. ¿Sí?
Ponemos una galleta sobre un papel de cocina (irá absorbiendo la humedad de las galletas):

En este caso es un body de bebé que preparé con un cortador de galletas casero; ¡pero éso para otro PAP! Ponemos la glasa de delinear en una manga pastelera con boquilla de agujero redondo pequeñito o, como en mi caso, tiramos de reservas cociniles y usamos una bolsita de congelar para cada glasa, a la que le haremos en el momento de usarla un agujerito lo más pequeño posible cortando una puntita de la misma.
TRUQUILLO: para poner la glasa en la bolsa, ponerla en un vaso de agua tipo Nocilla con el hueco por dentro y la bolsa sobresaliendo, lo hará más fácil. Ya, me explico como un libro cerrado, así que una foto vale más que mil palabras:

¿Mejor ahora? Pues vamos a decorar. Galleta preparada, glasa de delinear en la bolsa-manga. Con mucho cuidado hacemos la linea de contorno de la galleta, procurando que la boquilla (o la punta de la bolsa) no toque nunca la galleta, mejor que quede a un par de centímetros de altura, así tendremos más visibilidad:

En mi caso me decidí por el azul celeste, ya sabéis, para ir practicando, y ya de paso se lo enseñaré a los papis del bebé, a ver qué les parece. Ahora toca la paciencia, porque queremos ver la galleta acabada ya, pero antes de rellenarla hay que esperar al menos 10 minutos a que se seque la glasa. ¿Ya han pasado los 10 minutos? ¡Pues a seguir!
Con mucho cuidado y la manga de la glasa de relleno del color que hayamos elegido (con un agujerito algo mayor que el de delinear), hacemos una linea de contorno por dentro de la otra y rellenamos un poco en zig-zag. Luego podemos extenderlo con el rabillo de una cucharilla, un cuchillo romo o lo que nos venga bien, CON MUCHÍSIMO CUIDADO para que se vaya rellenando todo el dibujo. Otra tanda de fotos que a lo mejor lo explica mejor:
GALLETA PREPARADA
DELINEADO
                                                           


RELLENADO

EXTENDIDO

¿Aún no?  La última:


(¡Aquí se ve mi super-mangapastelera-bolsadecongelados-todoenuno!)



¿Veis lo bonitas y brillantes que quedan? Pues no os hagáis ilusiones, porque cuando la glasa se seca pierde el brillo... ¡pero igualmente quedará preciosa! Ahora toca esperar una horilla de nada, para que la glasa del relleno coja consistencia y no se nos mezclen los colores que vamos a superponer.
Y ahora, ¡a decorar al gusto de cada uno! Usaremos glasa de delineado; yo preferí hacerle los dibujitos con el color blanco de la glasa, y quedaron así:




Si lo que queremos es que los dibujos se integren en la glasa de relleno, lo que haremos será esperar sólo unos 5 minutos al secado, y luego hacerlos. El efecto es muy chulo, sobretodo con los lunaritos de colores.
Sólo algunas cosillas para terminar:
-Al acabar de decorar las galletas hay que dejarlas secar (mejor sobre una rejilla) al menos 24 horas antes de manipularlas, porque la glasa es muy frágil; a mi se me han estropeado varias al ir moviéndolas de acá para allá para hacer las fotos, pero con un poco de maña y algo más de glasa ¡casi todo tiene arreglo! (o parcheo, jeje...)
-Una vez seca la glasa, es mejor envasar las galletas en bolsitas de celofán (si no tienes las que venden especialmente para ésto, las puedes poner, por ejemplo, en las típicas bolsitas de las uvas de fin de año o, como yo, fabricarte unas con papel celofán y cinta adhesiva invisible) y cerrarlas bien. Aguantarán un montón de días si no les da el aire.
-Avisaros de que el decorado de galletas con glasa es realmente gratificante, engancha y produce unas sonrisas de oreja a oreja de todos los que las ven (¡sí, aunque a ti te parezca que han quedado como churros patateros, a todo el mundo les encantan, fíjate tú!)
Hala, a disfrutar como enan@s, que no me entere yo que nadie se queda con las ganas de probar. Aquí no hay que tener un máster, ni ser ingeniero de la NASA ni nada parecido, sólo ponerle ganas, paciencia y pasarlo bien. Porque, ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Que la glasa no nos quede bien? Ya sabes, o más agua o más azúcar glass, y listos. ¿Que no se nos ocurra cómo decorarlas? ¡Viva Google y la búsqueda de imágenes! ¿Que el resultado no sea bonito? Da lo mismo, ¡si al final van a estar igual de buenas!
Venga, ¿a qué estás esperando? ¡¡¡A disfrutar de la vida!!!








domingo, 17 de julio de 2011

Dos es mejor que uno

Así que hoy ¡entrada doble! Quería dejaros ya las fotos de los últimos cupcakes, y mi toma de contacto con el FONDANT. Como ando poco resuelta de presupuesto, y además aquí en Canarias no es tarea fácil encontrar materia prima de calidad a buenos precios, decidí empezar por un fondant casero; después de leer muuuuuucho sobre el tema, me decidí por el fondant de nubes (lo que los americanos llaman "marshmallows"). La receta ganadora fue la de Chris de http://www.sugarmur.com (os recomiendo que os deis un paseíto por su página, si no lo habéis hecho ya; es una referencia en el mundo del fondant y los cupcakes). Escogí nubes de un solo color para darle un tono más uniforme al resultado, y no añadí ninguna esencia para descubrir el sabor original en esta primera vez. La verdad, el proceso es algo desesperante y de lo más pegajoso, pero reconozco que, pasadas las 24 horas de reposo en la nevera, cuando destapé el resultado y vi que HASTA PARECÍA FONDANT DE VERDAD, se me dibujó una sonrisa; mereció la pena el esfuerzo. Y después de éso, sólo me quedó decorar unos muffins de vainilla. Le dediqué algunas horas (que de verdad pasaron volando) y mucha paciencia (no tengo naaaada de material especializado para trabajar el fondant, así que imaginación al poder: en vez de cutter alimentario, cuchillo; en vez de texturizadores, el aspecto natural y sedoso del fondant liso; en vez de cortadores, pétalos, hojas y pistilos moldeados a mano). Para pegar el fondant utilicé un sirope de dulce de leche muy suave que respetaba los sabores del muffin y del fondant. Y el resultado fue el siguiente:











Rosas, margaritas, calas, violetas, corazones y amor, mucho amor. El rosa aterciopelado es el color natural del fondant resultante, los otros colores los conseguí con colorantes líquidos diluidos. ¿Qué os parecen? No seáis muy duras conmigo, sé que tienen muuuuchos fallos, pero prometo seguir en ello y mejorar día a día. Yo de momento, a riesgo de parecer pedante, me siento bastante satisfecha con el resultado, y tengo unas ganas locas de volver a hacer otros nuevos. Cada vez que abro el frigo y veo allí la bolita de fondant me entra un gusanillo... En próximas entradas, más cupcakes. ¿O a lo mejor serán galletas? No sé, hace un tiempillo que no decoro galletas con glasa, y a mi sobrinita Isabella le encantan...
¡A ser felices y disfrutar de la vida, que no cuesta dinero!

Confesiones de una adicta

Esta no es una entrada repostera; al menos, no en el sentido más estricto. Es más bien la confesión de una confesión. Anoche no tuve más remedio que contárselo a mi amiga Raquel. Hacía semanas que me rondaba por la cabeza la posibilidad de que fuera verdad, pero no podía creerlo; no podía creerlo, hasta que me oí a mi misma decirlo en voz alta: Soy adicta... ¡A LA REPOSTERÍA! Por Dior, ¿¿¿cómo es posible??? Siempre me ha encantado la cocina, sobretodo la repostería (y ella lo sabe bien), pero es que ésto es muy fuerte, me he dado cuenta de que ¡TENGO MONO DE HORNEAR! Sí, sí, tal cual lo digo; hace unos cuantos días que, por falta de tiempo, no he podido hacer cositas nuevas en mi mini-cocinita de mi mini-pisito, y creo que me va a dar un ataque muy pronto, aviso. ¿Cómo algo te puede enganchar tanto y tan rápidamente? Porque no es sólo el hecho de crear maravillas dulces, es todo lo que lo rodea: los blogs de las amigas reposteras y no reposteras, sus entradas nuevas, la fraternidad de las personas con las que te encuentras por el camino, el buen talante de TODAS ellas sin excepción, las nuevas recetas que hay que probar sí o sí, las de siempre que nunca fallan, los inventos, la generosidad de compartir los pocos (como en mi caso) o muchos conocimientos "reposteriles" que tengas... Ah, por supuesto! Y la emoción de abrir mi recién inaugurado blog y descubrir que tres personitas estupendas lo siguen, ¡y no me conocen de nada! Como ya le dije a Tremendita en su comentario (que fue el primero que recibí aquí), ahora entiendo al 100% cuánto llenan los mensajes que la gente te deja. Te llenan tanto que son el impulso para seguir dedicando horas a este mundo nuevo para mi que son los blogs. ¡Yo con un blog, jajaja! Hace tres meses te hubiera dicho que éso era imposible (si me apuras, hace un mes también...), pero ahora forma parte de mi vida. Gracias a tod@s los que, de una forma u otra, hacéis realidad mi ilusión de compartir. MUCHAS GRACIAS.
P.S.: dicen que en la vida hay tres cosas imprescindibles que hay que hacer antes de dejar este mundo: plantar un árbol (yo he plantado montones), tener un hijo (no desisto en el empeño) y escribir un libro; con las parrafadas que os suelto, a lo mejor me convalidan el blog como si fuera una novela... ¿Alguien sabe a quién debería consultarlo?
¡¡¡Feliz y muy dulce domingo a todo@s!!!

miércoles, 13 de julio de 2011

¡El primer experimento!

Después de pasar más de un mes y medio empapándome de toda la información que he podido, y tras probar con una infinidad de magdalenas y muffins para encontrar uno que me gustara, al fin encontré lo que buscaba: ¡me iba a iniciar en el mundo de la decoración de cupcakes! Me decidí por unos muffins de cacao, otros de vainilla y otros de natillas de chocolate y de natillas de vainilla. ¡Sí, sí, has leído bien! Curioseando por el blog http://dulceisalao.blogspot.com/ me encontré con la receta de "magdanillas" de Chris, todo un hallazgo. ¡No sabéis lo buenas, jugosas y esponjosas que son! Tan sólo cambié la proporción de natillas de la masa, y quedaron geniales para decorar. Las de vainilla las usé para decorar con buttercream y las de natillas para decorar algunas con buttercream y otras con fondant (¡es que salieron un montón!). Ahí van las primeras fotos:


Estos los decoré con buttercream de chocolate blanco y chocolate con leche. Por más que leía en todos los blogs que no era así, yo pensaba que el buttercream tendría un sabor muy marcado de mantequilla, pero para nada; el sabor nos sorprendió a mi y a mi "catador", mi marido, que se presta a ello encantado, jeje! Sabe a algo parecido a una chocolatina, está realmente rico. No seáis muy duras conmigo por la decoración, era la primera vez que usaba una manga pastelera... La verdad es que le coges el truquillo bastante rápido y supongo que será como todo en esta vida, cuestión de práctica. ¡Seguro que después de muchos churros patateros, me sale algo decente! Ahí dejo otro par de fotillos para ilustrar la novatada:

Como podéis ver, las posibilidades para decorarlos son infinitas, tantas como la capacidad de imaginación que tengas (bueno, y de los recursos de que dispongas, claro...). Personalmente, durante este mes y medio de aprendizaje me he ido haciendo poco a poco de algunas cosillas; cada vez que iba a la compra aparecía con algo nuevo: corazoncitos de colores, confetti en miniatura, bolitas, fideos de colores y de chocolate... Incluso me agencié una cajita de galletitas con forma de cabeza de oso panda rellenas de crema de chocolate (las de la foto) que quedaron muy monas sobre el buttercream. ¡Cualquier cosa vale! Mi marido me dice que si nos vamos a mudar pronto a otro piso con la cocina más grande, porque aquí ya no cabemos... ¡Y aún estoy empezando! Creo que voy a trasladar mi "laboratorio de pruebas" a la heladería. ¡Ah, sí! Por si no lo habéis leído en mi perfil, tenemos una heladería artesanal, se llama Helados El Faro, y está en Santa María de Guía de Gran Canaria; bueno, más bien estará, porque estar está, pero aún no hemos inaugurado. Pronto, muy pronto... ¡Éso en otra entrada!
Ahora unos que hice con mucho amor, más aún del que pongo normalmente: éstos eran especialmente para mi mami, que cumplió años el día 7 de este mes, y no pude estar con ella para celebrarlo ni darle su regalito. Como ya he comentado, yo vivo en Gran Canaria, pero mi familia vive en Barcelona, así que no es fácil ir para allí a menudo. Aunque no los pudo probar, le prometí que cuando venga en Agosto a visitarnos le haré todos los que ella quiera, ¡aunque tenga que volverse rodando en vez de en avión, jajaja! Los hice con unas magdalenas de vainilla teñidas de azul celeste (con colorante alimentario) y decoradas con frosting de crema de queso también celeste; ¡éstos sí los probé, uhmmmm!!! Si no sabes de qué está hecho el frosting, jamás lo dirías, en serio. Ahí van unas imágenes (perdón por la calidad de las fotos, estoy trabajando en ello; mi gran amigo Pepe me irá dirigiendo...):



Sencillamente les puse encima unas gominolas con forma de ovejita que encontré en DIA (en una de mis compras furtivas de material...). Había leído mucho sobre ésta cobertura, y realmente es sorprendente. Quizá un poco demasiado dulce para mi gusto, pero encontraré el punto exacto con la práctica, prometido.
Los siguientes cupcakes fueron de fresa: magdalenas de vainilla rellenas de mermelada de fresa, cubiertas de buttercream de fresa. Yo no los probé (tengo alergia a un montón de frutas que hace que me quede con las ganas de comer muuuuuchas cosas ricas), pero aquí mi catador ha ido acabando con ellos a la chita callando, ahora uno, a la tarde otro, así que deben estar muy buenos. ¡De hecho, de éstos incluso he vendido unos cuantos! Un conocido los vio en mi página de Facebook y me los encargó; ¡mi primer encargo, qué ilusión me ha hecho! Por cierto, tengo que preguntarle qué le parecieron a su madre, porque eran para ella; espero de corazón que le gustaran. En este segundo intento ya se nota algo de mejoría con la técnica de la manga pastelera... ¡casi se nota que lo que intenté hacer son rosas, jiji!








Con los siguientes no sólo disfruté haciéndolas, ¡es que me he "jartao" de comerlos! Soy una fanática del chocolate negro, así que éstos me vinieron al pelo: magdalenas de natillas de chocolate con buttercream de chocolate negro. ¡Lo dicho, para chocoadictos! El catador, que es más de chocolate con leche, no ha perdonado ni una, así que ya lo véis... Bueno, para que lo veáis mejor, os dejo un primer plano de las susodichas:

¿Qué? ¿A que no mentía? Pues ahí van otras imágenes, para ir abriendo boca...






¡Que sí, que sí, que mañana pongo yo los dulces para el café, jajaja! A éstos no les añadí más adornos, porque el chocolate ya hace su trabajo.
 Bueno, después de este empacho de información y fotos me voy a dormir, que ya es hora. Para no agobiar nada más empezar con ésto del blog, prefiero guardar los cupcakes de fondant para otra entrada.
¡Hasta prontito, mis dulces reposteras, a disfrutar de la vida!