¡La feria más dulce!

Hace unos días nos invitaron a participar en una feria de lo más romántica, la Feria de las Rebajas que Enamoran, en el pueblo natal de mi catador y socio, mi media mandarina. El tema, estaba claro, era el amor, y nos decidimos a participar llevando tartas y galletas decoradas muy golosas y cargaditas de corazones. Era una feria corta, sólo estuvo durante una mañana, pero fue divertida y estuvo genial conseguir hacerles la mañana de domingo un poquito más dulce y feliz a tantas personas. Os he traído una muestra, aunque virtual, de lo que ofrecimos ese día, a ver qué os parece:

¡Una mesa cargada de dulces y amor!

Esta es la mesa al completo, con las cuatro tartas, el bizcocho y todas las galletas decoradas que nos dio tiempo a preparar en los dos días previos a la feria, que fue cuando nos avisaron. Ahora os enseño con detalle las tartas, una a una . . .

Creo que con el letrero queda todo claro: bizcocho brownie, relleno de buttercream con nocilla y cobertura de ganaché de chocolate. Y para decorar . . . ¡perlitas crujientes tres chocolates! 

El corte era . . . mmmm . . . ¡deliciosamente chocolateado!
La siguiente tarta fue un éxito inesperado:

Tarta de calabaza y canela con frosting de crema de queso. ¡Una delicia!

Suave, esponjosa, muy jugosa y con el toque intenso de la canela . . . ¡el vicio hecho tarta!
Otra de las tartas fue un clásico algo tuneado:

Tarta de queso con base de galletas a la que añadimos esta vez el toque fresco de la mermelada de fresas. ¡Un acierto!

Un bizcocho que tiene mucho éxito siempre:

Bizcocho de plátano (¡canario, por supuesto!) y pepitas de chocolate al que añadí una cobertura suave sólo por encima de ganaché de chocolate con leche. Como dice mi catador, ¡es que no puedo dejar que un bizcocho sea simplemente un bizcocho, jajaja! Espolvoreado con cacao puro y corazón central de virutas de chocolate negro.
Y la revelación del día:

Una tarta absolutamente exquisita y libidinosamente pecaminosa! Como leí en un comentario en Face: ¡ésto tiene que ser porno food! ¡Jajaja! ¡Doy fe de ello!

A la nota de la tarta (léase tarta de queso con chocolate y base de galletas oreo) hay que añadir un chorrazo (me pasé de largo, ya lo sé, pero cuesta ser tacaño con algo tan delicioso) de salsa de caramelo casera y un montonazo de ganaché de chocolate fondant. Tengo que reconocer que fue la comidilla de la feria, y os aseguro que no era para menos. ¡Es una auténtica maravilla!
Os prometo que os iré dando todas las recetas, ésta incluida, porque da mucho trabajo y no es como para hacerla cada semana (¡por muchas razones de peso, jeje!), pero os recomiendo con todas mis fuerzas que la hagáis al menos una vez. Y si encima la lleváis de postre cuando vayáis de invitados... ¡os van a salir las invitaciones a cenas y comidas hasta de debajo de las piedras, os lo digo yo! En fin, que no se puede ser más goloso, lo sé, pero es que estaban taaaan ricas . . . Bueno, y algunas lo están, porque en mi nevera siguen quedando algunos trozos de dos de ellas. Tendré que comérmelas rápido para ocultar la huella del delito, jejeje . . .
Y también, cómo no, nos acompañaron unas galletas-corazón de lo más cursis:

Piruletas de galleta

Galletas con corazón de caramelo

Hasta aquí la entrada de hoy. Gracias a todos por babear a gusto y leer hasta el final, o al menos haber mirado las fotos con atención; ¡ahora a pensar en tartas, a disfrutar de la vida y a ser felices, que os lo merecéis todo!