Esta tarta tiene poca historia, y reconozco que poca gracia también. La publico sólo para que se sepa que en unos minutillos puedes salir de un apuro con lo que hay por casa. Ya había acabado las 3 tartas de Domingo cuando me acordé de que, aprovechando que el horno estaba caliente cuando hice los bizcochos, había preparado dos más, ambos sin lactosa, para un encargo que me había hecho la tía de mi catador para su maridín; éste cumplía años el mismo día del acogimiento civil de mi sobri y, por razones obvias, habían decidido celebrarlo en familia al día siguiente, con una tarta muy especial como sorpresa. ¡Éso sí, Nito no se libró de aguantar el cumpleaños feliz a capella más multitudinario y desafinado que había sufrido en su vida, jajaja! Volviendo al ruedo, uno de los bizcochos no quedó todo lo alto que yo quería (más bien nada, ejem . . . ) y lo descarté, y ése fue el que se convirtió en la cuarta tarta del acogimiento. Pensé que habría gente con intolerancia a la lactosa (además de mi, mi marido y Lucía, la susodicha tía del encargo), y que sería una buena idea preparar uno apto, y así lo hice. Lo rellené con crema sin lactosa (gracias a Chris de sugarmur, adapté su receta de crema pastelera en microondas, simplemente espectacular y rapidísima) y lo cubrí con una cobertura de chocolate negro ya preparada de Dr.Oetcker que, dicho sea de paso, no me gustó demasiado; el sabor no entusiasma, y se enfría y endurece rapidísimo, por lo que hay que ser más rápida que una estrella fugaz para repartir bien la cobertura, o te pasa lo que a mi, que me tomo mi tiempo para todo: algún que otro pegotillo que disimulé con dificultad, más alguna que otra grieta imposible de disimular. Tal fue el desastre que tuve que ingeniar una suerte horrenda de cinta alrededor de la tarta que no había forma de pegar a la misma, y que vosotros mismos juzgaréis:
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Lo sé, duele a la vista |
Horroroso, ¿verdad? Menos mal que tenía todos los detallitos modelados de las pruebas que iba haciendo días atrás, y pude salvarla colocando juguetes, globos y detalles de bebé cubriendo todo lo que pude.
El resultado final no fue tan horroroso, sobretodo teniendo en cuenta que lo envolví con celofán con estrellitas y un lazo plateado con largos tirabuzones; ¡y dio el pego, oye! ¡Jeje! La gente es que se conforma con cualquier cosa . . . Por cierto, el salvavidas con el bebé asomando y el nombre fue un guiño al papá, que se pirra por todo lo que tiene que ver con el mar, y que se llama igual, Domingo. Lo que me ha gustado de esta tarta es que todas las figuras están modeladas a mano, sin ningún molde, con sus imperfecciones, que es algo que me encanta. Tienen impresas mis huellas y todo mi cariño de cada momento que dediqué a cada una de ellas.
Y hasta aquí el acogimiento civil de Domingo que, como diría mi cuñado Alejandro: "¡Pues no es poco!"
Muchos besos y . . . ¡¡¡a disfrutar de la vida!!!
5 comentarios:
¿Por qué exageras tanto? ¿Dónde está lo horroroso?Me parece muy simpática.
Pues muchas gracias, cielo!
Yo la veo la mar de alegre y lo de las grietas no es culpa tuya sino "del medico ese que hizo el chocolate malamente" Los detalles me parecen rehermosos así que no seas tan critica contigo misma, eres mucho mas artista de lo que te piensas.
Al final no tome fotos del Sugar ya te pues imaginar lo poco que me gusto y te compre una cosita que para mi es puro simbolismo así que te lo mandare con mucho cariño.
Besotes Guapetona !!!
Muchas gracias, guapa, siempre tan atenta. Y muchas gracias también por pensar en mi durante el Sugar, ojalá hubiese podido ir contigo y hacerlo más ameno. Un beso enoooorme para las dos!
Conchiii que pasa con la heladeria!! no se nada ... tengo ganas de verte !!
Muy chuli la tarta eso digo yo que exagerada si esta genial!! Espero verte pronto!!! pleaseeee besitos!!!
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