viernes, 16 de marzo de 2012

Cada dulce tiene su historia

Aunque a veces no la cuente.
En realidad es así, aunque a menudo me sucede que cada historia lleva su dulce. Y éste es el caso.
Hace poco le presenté a una buena amiga a mis dos gatitas, y le contaba de cómo cada una de ellas llegó a formar parte de nuestras vidas, hasta el punto en que son parte de nosotros mismos. Creo que nunca os he hablado de ellas, y ya va siendo hora de que lo haga. De mis dos princesas, Lenine y Leia. Y de cómo estos cupcakes fueron creados para agradecer a unos veterinarios que le devolvieran la vida a Leia. Ésta es su historia.
A mi nunca me habían gustado los gatos y, a estas alturas de mi relato, veréis normal que hable en pasado. Nunca, hasta que conocí a Jose, mi catador y media mandarina, que me enseñó a comprenderlos y a quererlos; aunque, para ser justos, he de decir que quien en realidad me hizo cambiar de opinión sobre los gatos fue Nina, la madre de leche de Lenine y madre biológica de Leia (al tiempo, todo tiene su explicación). Nina es una gata de calle que vive en el jardín de la familia de mi marido; cuando tenía apenas unas semanas Jose la rescató de una muerte segura, la crió a biberón y la devolvió a su hábitat natural, el jardín. Es un espíritu libre, y no podría ser más cariñosa aunque la hubiéramos criado en casa; tanto es así, que quedé prendada de ella desde el minuto cero. En otra entrada os hablaré más de ella, porque merece una historia para ella sola, aunque en esta va a tener mucho protagonismo. No puede ser menos, porque nos dio a Lenine, la mayor y reina de la casa, y a Leia, la princesita. 
Leia es el vivo reflejo de Nina, son prácticamente idénticas. Cuando nació nos encantaba verla jugar con los otros cachorros en el jardín, porque era un bichillo de lo más divertido e ingenioso, de ésos cachorros que te hacen reír con sus monerías. 


Tenía algo de conjuntivitis (como todos los gatitos) que le tratábamos con colirio antibiótico, pero un día empezó a hinchársele un ojito de una forma bestial, así que la tuvimos que llevar al veterinario de urgencias. Allí nos dijeron que estaba muy malita, y que si no le extirpaban el ojo probablemente no sobreviviría a la infección. ¿Os imagináis el panzón de llorar que me di en la consulta? No voy a olvidar jamás ese día, os lo juro. ¡Me sentía tan responsable de lo que le estaba pasando a esa pequeñina! Bueno, al final todo salió bien en la operación, me devolvieron a una gatita tuerta con un parchecito y todo, y nos llevamos a nuestra piratita para casa. En las semanas siguientes las visitas fueron casi diarias, y en todas y cada una los veterinarios se portaron con ella como ángeles. Y Leia, a su vez, se portaba tan bien que hasta los propios veterinarios alucinaban con ella; me asombraba su capacidad de aguantar el dolor. Ella, toda chiquitina, se abrazaba a mi (sí, literalmente, ponía su cuerpecito con las patitas abiertas contra mi pecho hasta el punto que yo podía sentir su corazoncito latir), y se pasaba así todas las horas que estuviéramos en la sala de espera. Mientras estaba en la camilla aguantaba pacientemente todo lo que le tenían que hacer, y una vez acababan, me pedía que la cogiera y ya no se apartaba de mi. Éso creó un vínculo entre nosotras precioso que no soy capaz de explicar con palabras y que sólo los amantes de los animales entenderán.
Al fin, como no podría ser de otra manera, Leia se convirtió en parte de nuestra familia, y pasó a ser la consentida de la casa. Consentida por nosotros dos y consentida también por Lenine, nuestra primera gata, quien a día de hoy, cuando Leia está a punto de cumplir un añito en unos días, aún la cuida, la limpia y le da caña para reñirla como si fuera un cachorrito.
¡Y el cachorrito del enorme ojo azul se convirtió en una gata siamesa preciosa, cariñosa y juguetona que nos trae a todos de cabeza en casa!


A día de hoy sus veterinarios ya no la ven apenas, sólo en las visitas rutinarias, pero nunca olvidaremos cuánto hicieron por nosotros y, sobretodo, que le salvaron la vida a mi gatita preciosa.
Desde entonces les llevamos de vez en cuando una bandeja de cupcakes de regalo, y estos son algunos: 


Cupcakes de calabaza a la canela con frosting de crema de queso. Y aprovechando la entrada, os doy también la receta, a ver qué os parece:

BIZCOCHO/MAGDALENAS DE CALABAZA A LA CANELA:
300 gr de calabaza limpia
4 huevos grandes
200 gr azúcar
250 gr harina común
1 vaso aceite de girasol
1/2 cucharadita de canela
1 sobre de impulsor (levadura tipo Royal)
1/4 cucharadita de sal
Precalentar el horno arriba y abajo a 170ºC. Engrasar/pulverizar con desmoldante el molde elegido (mejor uno de unos 26 cm que sea desmontable) o poner las cápsulas de papel para magdalenas en los moldes adecuados, ya sean metálicos o de silicona.
Cocer la calabaza en el micro hasta que quede bien blandita. Aplastar con tenedor y reservar.
Batir los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen. Añadir el aceite en hilo y seguir batiendo hasta que esté totalmente incorporado a la mezcla.Tamizar la harina con la levadura, la sal y la canela y añadirla a cucharadas, incorporándolas con espátula de silicona.
Volcar la mezcla en el molde para bizcochos o llenar las cápsulas hasta la mitad si son para decorar cupcakes, o hasta 2/3 si son para servir solas. Hornear el bizcocho unos 35 minutos, controlando la cocción con un palillo a partir de los 25 minutos; en el caso de hacer magdalenas, hornear unos 14-15 minutos y comprobarlas de la misma forma a partir de los 12 minutos de horneado.
Al sacar, dejar entibiar en el molde y enfriar del todo sobre una rejilla antes de decorar.

FROSTING DULCE DE CREMA DE QUESO:
1 tarrina de crema de queso para untar
1/4 taza de mantequilla blanda (a temperatura ambiente)
4 tazas de azúcar glass
2-3 cucharadas de leche entera a temperatura ambiente
1 cucharadita de esencia de vainilla
Opcional: colorante alimentario (en el caso de los cupcakes usé el naranja de Americolor)
Batir suavemente el queso, añadir la mantequilla  y la vainilla y batir un poco más. Ir añadiendo el azúcar glass a cucharadas, incorporando cada una antes de añadir otra, hasta que la crema tenga consistencia, batiendo suave. Reservar en nevera para que coja consistencia antes de usar para decorar los cupcakes o rellenar y cubrir la tarta (al menos dos horas).
Esta crema es deliciosa, aunque un poco delicada con la textura, ya le afecta mucho la temperatura, y hay que conservarla en frigorífico.
Os dejo con una imagen más de los cupcakes, que salieron realmente deliciosos, y otra de la tarta que . . . ¡bueno, las imágenes hablan solas! Buen fin de semana, que seáis muy felices y . . . ¡a disfrutar de la vida!









24 comentarios:

Choni Anastasio dijo...

Uyyyyyyy como te entiendo cielo, algo similar me pasó con Joey.
Lo trajo mi hijo a casa porque lo encontraron en la basura, según los veterinarios debía tener tres o cuatro días, estaba muerto de hambre y de miedo, malito y lleno de pulgas... te imaginas?
A todo esto yo con alergia asmatica.
Que no quiero perros en casa, que por favor mami, que no, que hasta que se ponga bien.... al final se quedo!!!.
Estuve noches y noches con el en mi cuarto de noche sin dormir, dándole biberón, estaba malito, se le paralizaron los intestinos por culpa de una infección... yo llorando como una de tus magdalenas!!!
Hoy es mi más fiel compañero, me adora y no me deja sola ni un momento... y por supuesto es el consentio de la casa!!!
Dan mucho amor a cambio de tan poco, verdad???
Por cierto, los cup cakes deliciosos jajajjaja
Saluditosssssssssss

Ilusiones Color Pastel dijo...

Jo que historia tan bonita!!! Yo echo tanto de menos a mi Troy!!! Jo, ya me has hecho llorar de buena mañana! Voy a tenerme que comer uno de esos deliciosos cupcakes que tienen una pinta que no veas!!!! Que gatita tan preciosa!!!! Tienes un corazón que no te cabe en el pecho Conchi!

Jarita`s Cookies dijo...

Hola bonita! nos alegramos mucho de que por casa ya esté todo mejor y que tu gatita tuviera un final feliz y tan dulce!jeje. De pequeñas tuvimos muchos gatitos. Me has hecho recordar nuestra infancia. Por cierto la receta tiene una pinta.. qué con lo que me gusta la canela.. y las calabazas de la finca de mi tía tenemos que hacerla!! Muchos besitos!

Lamboadas de Samhaim dijo...

¡Que ternura de historia Conchi!
Recuerdo con tristeza la partida de algunos de los miembros de esta familia; cada uno de ellos a su manera nos han dado tanto cariño, que es imposible no tenerlos presente despues de muchas vicisitudes pasadas con ellos.
Me gustan los cupcakes y bizcochos en general, que lleven calabaza, los hace suaves y húmedos...uhmmmm.
Feliz día, un abrazo

copia cocina dijo...

Cariño ya ha pasado lo peor ahora disfrutarla y mimarla mas,ay cuanto se quieren a los animalitos,se quieren tanto o mas que a la familia,te mando un besote muy grande y te pillo un cupcakes que es mi locura¡¡

Tara dijo...

PObrecilla!!!Que historia tan bonita Conchi y como te entiendo mi perrito Jash tuvo lesmaniosis y apuntito estuvo de dejarnos gracias a dios contamos con unos maravillosos veterinarios en este pais y todo se pudo arreglar.Me has hecho llorar pero de emoción por el cariño que demuestras eres maravillosa!!!Besitoss

noe mipasioncocinar dijo...

Que historia tan bonita menos mal que al final se salvo, un detalle precioso por tu parte, tiene una pinta deliciosa estos cupcakes, en casa tengo a dos gatitos y se hacen querer mucho, yo les tengo mucho cariño besos

Al Son Del Mortero dijo...

Preciosa la historia,que dulce eres tu también!!
Los cupcakes los has bordado,que ricos!!
Un besote guapísima y feliz domingo

lacasitadeazucar dijo...

La historia es preciosa, es curioso como se puede llegar a querer un animal. Por desgracia el otro día tuvieron que sacrificar una de las gatas de mis padres (llevaba más de 10 años con nosotros) Porque la pobrecita tenía cancer de mama, no te puedes imaginar lo que ha podido llorar mi madre y lo triste que ha estado mi hermano... ¡Un hombre hecho y derecho! Cuando se quiere a los animales está claro que se crea un vínculo muy especial.
Un abrazo.

Sweet Mania dijo...

Aysssss...que pasada de historia, que monada Leia es preciosa, me encanta su nombre y los cupcakes tienen una pintaaaaa...mmmm!
Est entrada me ha encantado ^_^

Silvia dijo...

Me quedo con las magdalenas, soy más de comida individual. Me imagino la mezcla del sabor de la calabaza y la canela y me derrito ¡¡qué bueno!!

Besos.

as dijo...

Jo Cocnhiiii, que bonito todo lo que has dicho y que bien lo has explicado. La verdad es que se llegan a crearse vínculos muy especiales con los animales y muy dificiles de explicar o de que otras personas lleguen a entender como uno lo siente. Yo gatos no tengo, pero los he tenido vaya! y eran todos una pasada. Y hace pokito se nos murió una cobaya preciosa que teníamos y.... como se la echa en falta... :(

Bueno! que me estoy poniendo tontorrón!!!! esos cupcakes te han quedado de rechupete! y seguro que cada vez que les llevas una bandejita de esas, se quedarán como yo, con la boca abierta y los ojos más todavía!!!!

Besiños salseros Conchi!!!

Tito

Conchi dijo...

Buenoooo, menudo subidón con vuestros comentarios! Ya sabía yo que, además de golosos, entre todos mis amigos había mucho cariño por los animales... ¡si ya lo digo yo,sois los mejores! Un besazo enorme a tod@s!!!

Bibiana dijo...

Conchii! se les llega a querer tanto que a veces incluso estando perfectas, se me pasa por la cabeza el día que se me hagan viejitas las mías y se me ponen los pelos de punta! para mi son medio yo, cada día cuando las veo tengo la ilusión del primer día, cuando las trajimos a casa siendo bebitas... :) Esa preciosidad del ojito azul tiene suerte de tener unos dueños que la adoran.

Un besito guapa! Ahh! y esos cupcakes... deliciosos! la calabaza me encanta!

CrispiCake dijo...

Hola!!! Preciosa historia y preciosa gatita. A mí siempre me han gustado los gatos, es mi animal favorito y siempre he tenido alguno en casa. Ahora tengo una gatita, de ya casi 14 años aunque se conserva muy bien, llamada Nana. Nos la encontramos mi pareja y yo al comienzo de nuestra relación así que puede decirse que es nuestra niña.
Los cupcakes geniales, combinación perfecta y decoración muy bonita.
Un besazo.

Irmina Díaz-Frois Martín dijo...

Muy ricas se ven. Un beso.

Eva Gema dijo...

Una historia muy bonita! Me has hecho acordarme de mi Dino y mi Kira. Estos peluditos se hacen querer mucho. Me ha encantado la historia y esos cupcakes!!!!Besos

Gema

mi dulce afición dijo...

Tienen que estar de muerte guapa! un besiko!!!

Conchi dijo...

Muchas gracias por las visitas y los comentarios, chicas! Mil besos!!!

Mª Ángeles dijo...

qué historia tan bonita!! casi casi, me haces llorar. Y qué bonita es tu gata!!!! cuánto os tiene que querer por todo lo que habéis hecho por ella, y así se le ve, feliz y agradecida.
Me gustan los animales, mucho, y aunqueno he podido tener en casa hasta ahora.... siempre me hubiera gustado.
Ahora tenemos a Lía, gata europea, blanca... que también robó mi corazón. Y también la salvé de una muerte cuando cayó de un 6º piso, y no la encontrábamos. Fui a la calle, recorrí los alrededores llamándola desesperadamente, no dejando nin un solo rincón. Finalmente, y ante mi llamada, en un huequito de la calle, del bloque de al lado se escuchó un leve y dolorido, "miau.. miau" (aquí estoy parecía decir) y con la carita de pena, y un poquito de sangre, la llevé corriendo apretada contra mi pecho al veterinario. No hubo que operar, ni nada. Sólo unos días en reposo (que ella no siguió) y ya está por ahí correteando. Tiene tres años, y todas las mañanas viene a saludarme....
Y tu blog, estupendo. ¡cuántas cosas tiene, madre mía, cómo me gustan!

Milu dijo...

Conchi, me encanta tu blog, no lo conocia!!! ya soy seguidora tuya. Besotes

Jarita`s Cookies dijo...

hola guapa! a ver si esta semana nos animamos y los hacemos! tienen una pinta deliciosa! a ver si actualizas un poquito el blog con tus nuevas creaciones jeje muchos besitos
jaritascookies

Rosita Vargas dijo...

Me encanta esta receta de magdalenas luce muy bonita y exquisita y además te celebro tu gatito cachorro,ayer murió mi gata de 19 años de edad estaba muy viejita y estoy muy triste he llorado amares,pero ya decidí tener otro como el tuyo me encantaría ,abrazos y abrazos.

Conchi dijo...

Hola, Rosita. Sólo una persona que ha tenido un gato en casa sabe el vínculo tan íntimo que se crea entre nosotros. Siento muchísimo tu pérdida, no puedo imaginarme el dolor que debes sentir en el corazón, pero estoy segura de que un cachorrito en casa hará que lo lleves mucho mejor. Yo no puedo estar más contenta de haber decidido tener a mis dos reinas en casa! Espero que seas muy feliz, un abrazo grande!!!

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